Me enamoré de Nueva Crobuzón en La estación de Calle Perdido. Lo confieso, caí de lleno y me enamoré de cada rincón oscuro, de cada avenida, de cada barrio con todos sus peculiares habitantes y todos sus abundantes defectos. Como una ciudad de verdad, vamos. Tanto, que no me atrevía a seguir adelant...