Mi reseña: He seguido este proyecto desde su concepción, y aunque no he participado con ninguna de mis historias, sí que contribuí con la traducción de una historia, ya que no podía dejar pasar la oportunidad de colaborar con esta causa. Una vez empecé a leer la recopilación, decidí dedicarle un breve comentario a casa historia, poema y ensayo porque todas se lo merecen.
Naiara (Nuria del Saz) Un poema conmovedor basado en un hecho real.
Encerrada en la nada (Enrique Laso) Una triste y bella reflexión, en primera persona, sobre el cruel destino de Camille Claudel, escultora y compañera de Auguste Rodin, que ejemplifica el de tantas artistas y creadoras cuyo genio no fue reconocido en vida y que fueron cruelmente tratadas por la sociedad de su época. Si les inspira y les conmueve esta historia, les recomiendo El abismo de Camille, del mismo autor.
Cauces (Cristina Jiménez Urriza). Una historia que puede resultar familiar con un final sorprendente e inquietante.
El diario (Ricardo García Aranda) Una intrigante historia corta sobre las dificultades a las que se enfrentan las víctimas y la sociedad que las rodea. La poesía y su poder terapéutico juegan un papel fundamental en la narrativa.
El viaje de Ángela (Alberto Rueda) Una historia con un toque de la Dimensión Desconocida, simbólica e inquietante. Me encantó.
Yo solo quería ver el mar (Alicia Domínguez) Una protagonista que por fin cumplirá su promesa sin importarle el precio.
Shaíla encontró el amor (Blanca Miosi) Breve historia que nos recuerda que las diferencias culturales no justifican la violencia de género, y que en algunos países el amor puede estar considerado un crimen.
Las tablas de multiplicar (Carmen Cano Soldevila) Esta desgarradora historia, contada por una niña abusada, pone de relieve que detrás de una apariencia de normalidad se pueden esconder horribles crímenes.
La hija del mar (Chia Giráldez Tinoco) Este relato plasma el trauma y el impacto a largo plazo del abuso infantil, dejándonos una nota de esperanza.
El genio verde (Ramón Somoza) Una preciosa historia con final feliz gracias a la imaginación de un niño y a unos genios verdes muy especiales.
Ácido (Rosa María García Palacio) Breve pero no por ello menos impactante historia que refleja la realidad de una atrocidad que va en alza.
El último soldado de plástico (Fernando Ezquerra) En esta historia el abuso cobra dimensiones históricas y los poderosos no consiguen destruir la verdad de los labios de un niño.
Zazú (Eva Barroso) Una historia conmovedora cuya protagonista os romperá el corazón.
Cuándo dirás no (F.J. Bravo) Un ejemplo de las preguntas que se hacen muchas personas del entorno de los que sufren este tipo de abuso y que no tienen respuesta ni fácil ni simple.
El despertar de Bernardo (Francisco Tessainer) Una historia con un toque de humor que nos recuerda la actitud de la sociedad hasta hace muy poco y que, desgraciadamente, persiste en algunas esferas, hacia este tema.
A mí no me tocas más (Isabel Mata Vicente) Una historia situada en un futuro próximo, que nos recuerda que la violencia de género es un problema en todos los niveles de la sociedad y puede afectar a cualquiera, sin importar su profesión, su educación, o sus conexiones. Y que si sospechamos algo, no debemos quedarnos callados.
Caminos sin salida (José Francisco Sastre) Un adulto que pasó su infancia en una casa donde la convivencia era una pesadilla recuerda su experiencia y está decidido a que eso no le pase jamás a él.
Cuatro sílabas (Teresa Maldonado) Una historia desde el punto de vista de un niño, que destaca tanto la crueldad de la infancia como su maravillosa capacidad para recuperarse de los golpes más duros.
Legado de una madre (María Teresa Bernal de la Cuerda) Una inspiradora carta dedicada al legado y al empoderamiento de las mujeres.
Con un par de tacones (Lydia Tapiero) Corta pero impactante historia con un gran final.
Mamá, cuéntalo (Manuel García Sanahuja) Una historia con final feliz que resalta la importancia de que todos estemos atentos a los signos de abuso y ofrezcamos nuestro apoyo.
La nota simple de una vida (Manuel Alonso Martín) Contada desde el punto de vista de un hombre, y uno especializado en el tema, ayuda a despejar algunos mitos sobre la violencia doméstica.
La cicatriz y la caricia (Mari Cielo Pajares) Un bello relato, con un toque de realismo mágico, donde el desengaño, el miedo y la esperanza se dan la mano.
Diana (Sally Cronin) La historia de una mujer que siempre trabajó duro para ser feliz y está dispuesta a hacer lo que sea para proteger lo que más quiere.
Hasta aquí (Myriam Cobos) Una breve historia que consigue encapsular lo difícil que es aceptar que el abuso te pueda afectar personalmente, porque siempre pensamos que esas cosas solo les pasan a otros.
Como muestra, una cita, contundente e imposible de olvidar.
Porque no había hecho falta que la matara, había muerto tantas veces y de tantas maneras…
Una muñeca con gafas de sol (Mercedes Pinto Maldonado) Algunas personas llegarán hasta donde sea para acabar con el sufrimiento de sus familiares, sin importarles el precio que les pueda costar.
No hay verdugo sin una víctima (Raquel Herrero) La autora capta a la perfección el proceso de internalización de la oratoria de menosprecio y abuso que acaba grabada en el subconsciente de las supervivientes y sugiere estrategias para adoptar discursos más positivos.
A Salvo (Roberto García) Corta historia sobre el miedo, los mecanismos de defensa, y los límites de los recursos legales. (En caso de duda, huye).
Tatuada en el alma (Ruthy García) Una lírica viñeta que permite a los lectores experimentar, de forma subjetiva, el perturbado estado mental que resulta del abuso, no solo físico, sino también psicológico, al que se ven sujetos tanto madres como niños.
El réquiem del suspiro (Roberto Soria Iñaqui) Historia de una mujer que tras ser empujada hasta el límite toma un decisión que no tiene marcha atrás.
Cada ocho horas (Teresa Guirado) Un ejemplo y un recordatorio de lo prevalente de un tipo de situaciones que la campaña #MeToo ha puesto de relieve.
Una cena especial (Teresa Sánchez) Las apariencias engañan incluso en lo que se refiere a nuestros más allegados.
Entre punkindio y soldadoso (Fran Hernaiz) Una bella historia que nos acerca al mundo de un niño que podría convertirse en víctima de abuso tan solo por su inocencia y su alegría de vivir.
Desde el mismo andén (Avelina Chinchida) Relato sobre lo duro que es dar el primer paso y seguir avanzando, sobre la supervivencia y la nostalgia.
Crónica de unos corazones desgarrados (Mercedes Maldonado) Una aportaciónón muy personal de la autora, que comparte su experiencia con un grupo de niños que han sobrevivido al abuso familiar.
Otoño (Lydia Tapiero) Un poema en el que una flor se convierte en un símbolo muy apto para las relaciones abusivas.
Una rosa sin espinas (Marian Rivas) La misma flor se convierte en esta historia/poema en el símbolo de una mujer y su vida.
No es bueno para ti ni para nadie (Xelima G. Arnedo) Una historia que acaba bien gracias al apoyo de los amigos y familiares y a la determinación de una mujer a seguir luchando.
El poder del miedo (Ana Larraz Galé) Un relato sobre el bullying, el acoso escolar, y la presión que las amistades pueden ejercer sobre los niños y que pueden resultar en el aislamiento y la desesperación.
La inusual tumba de Soledad (Cristian Perfumo) Una historia de amor distinta sobre una mujer nada corriente.
¿Mi príncipe azul? (Adolfo Pascual) La crónica de un príncipe azul (bastante descolorido) para recordarnos que los cuentos de hadas, cuentos son.
Vacío (Julio Santos) No hay gesto pequeño en cuanto a la amabilidad y a las buenas obras se refiere y todos podemos ayudar como demuestra esta narración.
Cuando el amor te encuentra (Enrique Eloy de Nicolás) No hay que olvidar que los crímenes contra mujeres no se limitan al ambiente familiar, y hay que estar siempre alerta porque cuando las cosas parecen demasiado buenas para ser verdad, a menudo lo son.
Destellos demasiado humanos (Juan Adalid) Una bella oda a la no violencia.
Hoy te hablo a ti (V. Contreras Vascom) Poema incluido en la solapa delantera que es otra oda, esta vez a todas las supervivientes de la violencia de género.
Epílogo. Notas de autores colaboradores.
La verdad ante todo (Álvaro Vázquez-Figueroa). Una reflexión/anécdota de un autor que lo ha visto y lo ha escrito todo y más.
Réquiem por una mujer maltratada (Toti Martínez de Lezea) La famosa autora nos recuerda que aunque las cosas hayan cambiado, aún queda mucha distancia por recorrer y debemos continuar luchando contra esta lacra social.
La sociedad facilita el crimen, el criminal lo comete (Alok Dixit. Fundador del proyecto Sheroes Hangout, de Stop Acid Attack, en Agra). El fundador del proyecto Sheroes Hangout en India, dedicado a empoderar a las supervivientes de ataques de ácido, nos explica su proceso de concienciación, y lo difícil que resulta ir contra la presión social y familiar en su cultura.
Sentencias machistas de famosos de la historia (Recopiladas por Toti Martínez de Lezea) Colección de citas desde la antigüedad a nuestros días que evidencian lo poco que ha evolucionado el pensamiento con respecto a algunas cosas.
Se secaron las lágrimas (Ricardo García-Arana) Poema incluido en la solapa trasera, que es un homenaje a las supervivientes y un precioso canto a la esperanza.
Y como muestra y cierre, las últimas líneas de este poema:
Es tu destino renacer,
que nunca, mujer,
la noche oscura
pudo con el amanecer.