Recibí una copia de esta novela gratis a cambio de una reseña honesta.
No leo un género en exclusivo, aunque reconozco que me gustan los thrillers y leo bastantes. En parte porque son como un puzle que intentamos solucionar a través de las pistas que nos proporciona el texto, en parte por ver cómo el escritor aportará algo nuevo al género. Y para mí, en cualquier género que lea, personajes interesantes y con los que pueda conectar son lo más importante.
Esta novela tiene lugar en la isla de Tabarca, en el Mediterráneo, cerca de Alicante. Como comentan varias reseñas, leyendo la novela le entran a uno ganas de visitarla, por las descripciones maravillosas de esa tranquilidad, el pensar en un lugar sin coches, sin contaminación, y tranquilo. En un lugar tan pequeño, donde todo el mundo se conoce (aparte de los turistas, claro está), y donde nunca pasa nada, la desaparición de una chica es un evento que trastorna a todos. Y cuando Clara aparece muerta, las cosas solo empeoran. La combinación de los hechos y el lugar con los investigadores: Hernán, el inspector al que envían allí castigado no sabemos bien por qué, Mónica, que había sido subinspectora en Barcelona pero decidió dejarlo por circunstancias personales, y Raúl, que es el único que no escapa de nadie y es totalmente feliz en la isla, funciona a la perfección.
La investigación se ve complicada por las circunstancias (incluso con la llegada del inspector, solo son tres, y no hay laboratorios, ni forma de hacerlo todo siguiendo protocolos estrictos) y la falta de medios (una excelente reflexión sobre la situación actual en España) y poco a poco vamos descubriendo más detalles sobre los habitantes de la isla y sobre los policías. El final me gustó mucho (pero no comentaré nada para no descubrir la sorpresa) y redondea la novela que aunque corta es más que suficiente para intrigarnos y emocionarnos.
La historia personal de Mónica, que está muy relacionada con el caso, me pareció fascinante y desde luego daría para otra novela (o más de una). Aparte de la historia, para mí destaca la forma en que la autora refleja la carga psicológica y las reacciones de los personajes, gracias al uso de varios puntos de vista, que ayudan al lector a meterse en la piel de los personajes compartiendo sus emociones y sus vivencias. Para mí Mónica, María (la madre de la víctima) y la isla de Tabarca son los grandes aciertos de la historia.
La recomiendo a lectores a los que les gusten las novelas de misterio que se salen de lo corriente, los thrillers psicológicos y los escenarios extraordinarios.