Retomo la crítica literaria con esta novela de un autor alemán, que pretende, sin conseguirlo, imitar en su estilo al maestro Wilkie Collins, sin conseguirlo, obviamente.
La trama: el profesor Botho Goltz mata a la prostituta Lena Kulm. Confiesa el crimen a su vecina (señora estilo la vieja del visillo). Al frente de la investigación, el comisario Horlitz y Julius Bentheim, estudiante de derecho y dibujante freelance para la policía (nótese que en mil ochocientos y pico, el Photoshop estaba todavía en las primeras líneas de código), que además está enamorado de la guapísima Filine, hija de un desalmado clérigo de los de antes.
La novela se centra en dos situaciones: el juicio contra Botho Goltz, del cual sale absuelto por falta de pruebas, y la relación clandestina de Julius y Filine. Sin embargo, pese a la astucia del profesor Goltz, un policía también muy malísimo apellidado Bissing le tiende una trampa y consigue que lo den por muerto, enterrándolo vivo. Todo ello lo averiguan, por supuesto, Julius y sus amiguitos estilo "Stranger Things".
Pero lo peor no es eso, no es que la novela sea una copia del estilo de Wilkie Collins (de hecho, está dedicada "a Wilkie", como si no se notara), Lo peor es cómo termina. Julius secuestra a Filine, decidido a sacarla de las garras de su infame padre. Al efecto, uno de los amigos de Julius consigue de estrangis las llaves del piso en el que se cometió el asesinato de Lene Kulm. Y, cuando todo lo del asesinato se aclara y Julius cree que va a vivir por fin su historia de amor con Filine (nombre que me recuerda al de un ex-entrenador del Rayo Vallecano, Felines), resulta que llega un dìa a casa y descubre que Filine ha desaparecido, y unos matones le dan una paliza. ¿El desenlace? En el próximo libro de Julius Bentheim.
Querido autor: eso se llama hacer trampas. Un libro no es "Anatomía de Grey" o "Downton Abbey", en el que al final de una temporada el marido de la estirada tiene un accidente y no sabemos si vive o muere hasta el principio de la siguiente. No. Esto no funciona "hasi" (es que ayer me comentaron esta nueva forma de escribir "así", y me ha gustado). Un libro empieza y se termina. ¿Crees que así voy a estar llamando todos los días a la librería: "Oye por favor, ha salido ya el siguiente libro de Armin Ohri... ayyy qué desespero... y ¿no sabéis para cuándo? ¿y no le podríais pegar un toque a ver si os lo dice?" Así que, si he cometido el error de leer este libro, no voy a cometer el error de comprar el segundo.