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review 2016-11-02 19:24
Un acongojante caso y un Bush más maduro
Niños Sin Ojos: Un aterrador caso para Ethan Bush (Volume 4) (Spanish Edition) - Enrique Laso

Ethan Bush vuelve en un nuevo caso, que quizás sea uno se los que más puedan afectar a muchos de los lectores, ya que las muertes de niños siempre son terribles, y cuando son el resultado de un asesinato aún más. Como nos tiene acostumbrados la serie, las muertes son extrañas y misteriosas, y Ethan Bush se ve obligado (y forzado) a colaborar con las fuerzas del sheriff y del FBI, en este caso de Phoenix, para resolver el caso. Como sabrán los que sigan la serie, Bush usa métodos peculiares y prefiere trabajar con “su equipo” (aunque oficialmente no exista ya que ellos trabajan como consultores en los casos que lo requieren y no forman un equipo estable al estilo del de la serie Mentes Criminales) en lugar de colaborar con gente a la que no conoce y que puede oponerse a su forma de hacer las cosas.

Bush, que es mucho más certero diagnosticando los problemas psicológicos de los demás que reconociendo los suyos propios, ha madurado algo desde que lo conocimos en Los Crímenes Azules Y ahora se esfuerza por interesarse por los demás, habla con su novia a menudo, incluso se comunica con su madre, y se esfuerza algo más por integrarse y usar los medios y el personal a su disposición en Phoenix. Pero eso no quiere decir que no ponga a prueba los límites y la moralidad de los demás cuando el caso se pone difícil.

El Ethan Bush maduro y mayor, que es el narrador de la historia como en las ocasiones anteriores, observa y comenta las acciones y pensamientos de su joven yo y desespera a veces, pero es cierto que en esta entrega el mismo Ethan reconoce sus comportamientos más difíciles y aunque no renuncia a ellos, por lo menos se disculpa. Bush llega a reconocer algunos de sus defectos cuando habla con los demás y se comporta de forma más modesta, en lugar de verse como el hombre invencible superior a todos los demás  de la primera novela. Tiene momentos en que incluso llega a reconocer su afecto por los miembros de su equipo. Este es un Ethan Bush que parece estar madurando y es más fácil adivinar en él el hombre que narra los casos. Aunque es posible leer la novela y seguir la historia sin haber  leído las demás de la serie, para apreciar mejor la evolución del personaje yo recomendaría leerlas todas.

El caso es complicado, lleno de pistas confusas y posibles culpables, y  aunque la resolución no es de las que se adivinan,  el proceso de compilar el perfil y las explicaciones del mecanismo psicológico del crimen lo convierten en un libro adictivo que no puedes dejar de leer hasta el final (aunque no nos llevemos la satisfacción de descubrir al asesino, por lo menos en mi caso). Los detectives y agentes locales y el trasfondo político e ideológico de la zona añaden un toque de interés, aunque ninguno de los personajes secundarios es tan distintivo como Jim Worth o Patrick Nichols. En esta ocasión, Bush tiene que ser más paciente e incluso aceptar que no todo el mundo está de acuerdo con sus opiniones. Y también debe enfrentarse a la dura realidad de que a veces, por más que lo intentemos, no podemos controlarlo todo, las cosas no salen bien y acabamos pagando un alto precio.

El final, con un gancho al siguiente caso, promete una nueva visita a Jim Worth, uno de mis personajes favoritos, y espero con ansia la quinta novela. Y, por cierto, las muestras de otras obras al final de la novela son irresistibles. El Padre Salas me tiene muy intrigada, desde luego.

En resumen, una serie que es combina casos intrigantes, personajes que despiertan fuertes emociones y un estilo de escritura dinámico que engancha.  

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review 2016-10-09 16:36
Retomando asuntos pendientes
LIBÉLULAS AZULES (Ethan Bush nº 3) (Spanish Edition) - Enrique Laso

He leído las dos primeras novelas de esta serie del agente Ethan Bush (Los crímenes azules, y Los cadáveres no sueñan) y he compartido las reseñas con anterioridad. En esta tercera entrega, Ethan Bush, el psicólogo que trabaja para el FBI, y que años después (no sabemos exactamente cuántos) recuerda y narra los casos resolvió su yo de juventud, vuelve al escenario de los crímenes azules, porque siente que tiene una deuda con Patrick Nichols, el padre de la víctima del crimen original, y un asesino encarcelado por sus propios crímenes. Bush entabló una relación casi-paternal con él durante la investigación, y no se ha podido sacar el caso (igual que el atropello de su padre) de la mente. Aunque los casos forman el entramado de las novelas, y son fascinantes de por sí, Bush es un personaje complicado, contradictorio, y es el corazón que hace que las novelas sigan latiendo. A veces arrogante e insoportable, negándose a seguir los procedimientos habituales de investigación, cerrando los ojos a la evidencia, comprometiendo casos con sus relaciones personales con sospechosos y con la prensa, también es débil, somatiza su ansiedad, pierde los papeles, y le asusta enfrentarse a la verdad sobre las personas a las que idealiza, y especialmente sobre sí mismo. Por otro lado, consigue que le sigan los mejores, y tiene un equipo (que él insiste no es su equipo) de expertos, con sus propias rarezas, que confían en él y le seguirían hasta el infierno (y a menudo lo hacen), y cuando decide investigar un caso, no ceja hasta su resolución (aunque a veces esta llegue por caminos inesperados). En esta novela la voz del Bush maduro y mayor que revisita sus casos se hace más evidente, y sus comentarios y análisis de su comportamiento durante el caso nos ayudan a adquirir más perspectiva sobre sus pensamientos y el funcionamiento de su mente. El caso nos lleva a terreno conocido, y nos permite ver las consecuencias que la investigación inicial ha tenido en los personajes, en algunos casos, terrible. Me alegré de leer más sobre Jim Worth, conectar de nuevo con Liz y su sentido común, y con Tom y sus métodos. La investigación y la resolución del caso revelan muchas cosas sorpresivas sobre la víctima y la sociedad, plena de secretos, de la pequeña ciudad. Bush había insistido en que resolver el caso le ayudaría a solucionar sus propias dudas, pero, ¿es así? Eso lo tendréis que decidir vosotros. Este libro debe ser leído en conjunción con los demás de la serie (especialmente Los crímenes azules) y el final nos engancha con el siguiente caso, que suena horrible y fascinante al mismo tiempo.

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review 2015-12-22 09:23
Los cadáveres no sueñan. Esta vez Ethan Bush sin su equipo. Y un caso endiablado
LOS CADÁVERES NO SUEÑAN (Ethan Bush nº 2) (Spanish Edition) - Enrique Laso

Como os había comentado cuando leí la primera novela, los thrillers que siguen la investigación de crímenes complejos, suelen constar de dos  elementos que van más o menos a la par: los crímenes y la investigación en sí (que le dan la oportunidad al lector de aguzar su ingenio), y los investigadores (o en algunos casos menos frecuentes, los criminales).

Es cierto que si los crímenes son muy intrigantes o extraños, el libro puede resultar interesante aunque los que lo investiguen no lo sean tanto. Por otro lado, hay casos en los que la personalidad y las aventuras de los que investigan son más interesantes que los crímenes en sí (como suele pasar con lo que llaman en inglés ‘cozy mysteries’ al estilo de las novelas de Ágata Christie). Las mejore novelas del género consiguen establecer un equilibrio entre las dos facetas.

Los cadáveres no sueñan tiene un poco de todo. El caso es enrevesado, y claramente el resultado de una mente compleja y con muchos traumas (no, no me refiero al escritor), pero eso no quiere decir que sea fácil de resolver, sino todo lo contrario.

Y también tenemos a Ethan Bush, que vuelve, tan arrogante, inteligente, y enojoso como antes. El Ethan Bush maduro de años después nos da su comentario, no solo sobre el caso (en esto se calla muchas cosas, naturalmente), sino sobre sus propias acciones, así que en cierta forma actúa como un lector suplente (bueno, en realidad un autor).

Esta vez Ethan no tiene a todo su equipo (que de hecho no es “su” equipo, como le recuerda su jefe todo el tiempo) con él, y se ve obligado a trabajar con la patrulla local de Nebraska, e intentar llegar a compromisos con ellos, aunque eso no quiere decir que no use todos los trucos que pueda para salirse con la suya. Su inteligencia, sus dotes manipulativas, e incluso sus sentimientos se ven puestos prueba en este caso que es un gran reto para él.

Siento deciros a los que os guste resolver los casos mientras leéis la novela, que aunque tendréis muchos sospechosos, no vais a adivinar quién es. Aun así, os hará pensar y os llevará a cuestionaros muchas cosas.

Personalmente tengo muchas ganas de volver a Kansas para saber quién mató a Sharon Nichols, así que espero con ganas la llegada de Libélulas Azules.

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review 2015-11-02 19:18
An intriguing case and even more intriguing investigator.
The Blue Crimes - Enrique Laso

The Blue Crimes is the first book in Enrique Laso’s collection of Ethan Bush Thrillers. Ethan Bush is a young FBI agent, one of the most promising, top of his Psychology class at Stanford and self-assured, or so he seems. He arrives to Jefferson County fresh from solving a serial murder case in Detroit and expectations are running high.

The story is told in first person from the point of view of Bush, and that is one of the most interesting aspects of the novel. If the actual procedural investigation, the process of solving the murders of two young girls that are very similar in details to a murder committed 17 years ago is gripping (and I particularly enjoyed the setting in small town America, with the prejudices and the difficulty understanding and fitting into the mentality of the place that it brings to the big city investigators), I found the insight into Ethan Bush’s mind even more interesting. Why?

Well, he is an intelligent man. He knows it and he’s reminded of that by quite a few of the characters he comes into contact with (sometimes in great contrast with some of the witnesses they come across). His intelligence does not always help him, though. Characters who are far less intelligent than him (the sheriff, local investigators, even his mother…) contribute greatly to the success of his mission. He acknowledges and admires the morality of some people (Jim Worth, a solid character that would make his perfect side-kick and foil, and I hope we’ll come across him again in the series), but he’s not squeaky-clean and has no qualms crossing the line of the ethically correct when he thinks it’s necessary to solve a case (not strictly for his own benefit). He has weaknesses that include his irresistible attraction to Vera, one of the witnesses, but also a suspect. He is somewhat obsessive in his methodology and has to be in control of everything, to the point of preferring keeping handwritten notebooks (in Moleskin, that become his trademark) as he does not like to be dependent on technology that could let him down. And during the book, he becomes as obsessed with running as he is with everything else, to the point of putting off the questioning of suspects to not disturb his running schedule. Running means more to him than the simple exercise, but we only become aware of this later on. (By the way, I am aware that the author is a runner himself and he has written non-fiction books about it so this would add to the interest for those who are keen runners.) Despite Ethan’s constant analysing everything and thinking non-stop (to the point of getting severe headaches although they could well be psychosomatic), he is not the most self-aware of characters, and keeps missing clues and hiding stuff because of his own unresolved issues. But those issues are what make him fascinating.

Ethan Bush is not the most likeable hero and has many flaws, and that is a plus for me. He is a man searching for explanations, about the case and about himself. And he never gives up. He’ll go as far as he has to, whatever that might cost him.

I’m not sure how challenging you’ll find the book if you’re one of these people whose main enjoyment is working out who the guilty party is (I did guess who it was early on, but I kept wondering if I was right) but if you enjoy complex characters, a solid story and interesting dynamics, I think this series could keep us guessing for a long time.

 

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review 2015-11-02 19:10
Un caso con mucha intriga y un investigador aún más intrigante.
Los Crímenes Azules (Spanish Edition) - Enrique Laso

La historia está narrada en primera persona desde el punto de vista de Bush, y ese es uno de los aspectos más interesantes de la novela. Si la investigación en sí y el proceso de resolver los asesinatos de dos chicas jóvenes que se parecen mucho a un asesinato cometido hace 17 años es fascinante (y a mí me gustó en particular el que la historia se desarrollara en una pequeña población americana, lo que conlleva prejuicios para los investigadores de la gran ciudad a los que se les hace difícil integrarse y entender la mentalidad de los habitantes), yo encontré las revelaciones de los procesos mentales de Ethan Bush mucho más interesantes. ¿Por qué?  

Bueno, él es un hombre inteligente. Él lo sabe y se lo recuerdan muchos de los personajes (y no todos los testigos son tan inteligentes como él ni de lejos). Su inteligencia no siempre le es de gran ayuda. Personajes que son bastante menos inteligentes que él (el sheriff, la policía local, incluso su propia madre… ) hacen contribuciones importantes al éxito de la misión. Él reconoce y admira la moralidad de algunas personas (especialmente Jim Worth, un carácter muy sólido y que podría convertirse en su mano derecha y su conciencia, y confío en que nos lo encontremos más adelante en la serie), pero no es intachable y no lo duda a la hora de cruzar la línea de lo éticamente correcto si cree que es necesario para resolver el caso (y no estrictamente en beneficio propio). Tiene sus debilidades, incluyendo la atracción irresistible que siente por Vera, una de las testigos, pero también una sospechosa. Es algo obsesivo en sus métodos y tiene que tenerlo todo bajo control, hasta el punto de preferir escribir notas en un cuaderno (Moleskin, que se convierte en su marca personal) ya que no le gusta tener que depender de la tecnología ya que podría fallarle.  Y durante el libro se obsesiona con volver a correr, hasta el punto de retrasar el interrogatorio de un sospechoso para no tener que cambiar su programa de entrenamiento. Correr significa para él mucho más que simplemente hacer ejercicio, aunque solo nos damos cuenta de ello más adelante. (Por cierto, sé que el autor es un corredor avezado y ha escrito libros sobre el tema así que eso podría hacerlo aún más interesante para gente a le que le guste correr.) A pesar de que Ethan está constantemente analizándolo todo y no para de pensar (lo que le lleva a sufrir severos dolores de cabeza, aunque también es probable que sean psicosomáticos), no se conoce muy bien a sí mismo, y se le escapan pistas y oculta detalles debido a sus propios problemas sin resolver. Pero esos problemas son los que lo hacen fascinante.

Ethan Bush no es un héroe de atractivo irresistible y tiene muchas imperfecciones, y eso es un punto a su favor, en mi opinión. Es un hombre a la búsqueda de soluciones, para el caso y para sus propios problemas. Y nunca abandona. Irá tan lejos como haga falta, le cueste lo que le cueste.

No sé si a los lectores que disfrutan especialmente del reto de averiguar quién es el culpable lo encontrarán a la medida de sus talentos (yo sospeché quién lo era bastante temprano, aunque me hizo dudar muchas veces) pero si disfrutáis de personajes complicados con relaciones interesantes y una historia bien escrita, creo que esta serie tiene el potencial de engancharnos y mantenernos en vilo por mucho tiempo.

 

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