Recibí una copia de este libro de regalo de la autora, y decidí reseñarlo libremente.
Me cuesta un poco reseñar esta novela porque no llego a ella como la mayoría de los lectores. Hace unos años (unos tres, más o menos), la autora me preguntó si querría ser lectora cero de la segunda novela de su serie. Yo la conocía de los medios sociales porque las dos escribimos y como además las dos somos psiquiatras (aunque yo siempre ejercí en Inglaterra) sentía mucha curiosidad. Le dije que no había leído la primera novela en la serie y le pregunté si eso no resultaría un impedimento, pero me dijo que eso le sería de ayuda para saber si la novela se entendía bien y se podía leer por sí sola. Por aquel entonces me leí una versión sin acabar de editar de la novela. Así que ahora no llego a ella de nuevas, pero ha pasado tanto tiempo que es casi como si no la hubiera leído, aunque tengo que reconocer que conforme leía, fui recordando la trama.
El libro se puede leer independientemente, pero como me suele pasar cuando leo aleatoriamente una novela de una serie sin leerlas todas, me quedé con la impresión de que se me escapaban cosas del personaje principal. Aunque las historias en sí sean independientes (y el caso central, de los asesinatos, sí que se puede seguir sin ninguna dificultad, aunque no se conozca ni a Mercedes, la psicóloga, ni a Miguel, el psiquiatra), el personaje o los personajes principales suelen evolucionar a lo largo de la serie y detalles que nos pueden chocar si leemos una novela sola tienen sentido si leemos la serie consecutivamente. La narración, en primera persona, casi toda desde el punto de vista de Mercedes, hace que los lectores tengamos la ventaja de saber lo que piensa, pero también implica que lo vemos todo a través de sus ojos. Está claro que Mercedes aún se está recuperando de su experiencia con un caso previo, que mencionan tanto ella como otros personajes varias veces durante la novela, y que supone una amenaza para ella que no se resuelve aquí, sino que sigue presente y angustiante al final de la novela. Parece que también se está recuperando de una relación que se quedó en nada por falta de compromiso de Miguel. Él vuelve en esta novela, y aunque Mercedes parece muy afectada y enfadada al verle, el romance enseguida vuelve a encauzarse. (A mí la parte romántica no me acabó de convencer, aunque quizás sea por no conocer los detalles de la relación anterior. Mercedes ha tenido malas experiencias en su infancia, aunque tampoco llegamos a conocer todos los detalles en esta novela, y quizás esa necesidad de amor se manifiesta en su perdonar a Miguel con tanta facilidad. O quizás sea que yo soy una rencorosa, pero vamos…). Personalmente, aunque sé que hay muchos lectores a los que les gusta la mezcla de géneros, por regla general prefiero thrillers sin romance (a menos que sea parte de la historia) y cuanto más negros mejor. Y este, en cuanto al grado de oscuridad, no desmerece.
La parte histopatológica y el caso en sí son interesantes, aunque como psiquiatra, y habiendo trabajado de psiquiatra forense, sé que conseguir que el trastorno disociativo de la personalidad sea aceptado como defensa en un juicio es muy difícil, y que no hay acuerdo en la profesión sobre su existencia o no (y aún si existiera, tampoco está claro que lo aceptaran como una defensa adecuada). En mi caso, las explicaciones de la enfermedad y de los síntomas me parecieron claras y convincentes, no porque yo sea psiquiatra, ya que parece que la mayoría de los lectores pensaron lo mismo, sino porque la autora consigue ese raro equilibrio entre no complicar excesivamente sus descripciones pero sin pasar a simplificarlo todo en demasía. Yo creo que a los lectores a los que les interese el tema, les encantará.
La novela es dinámica, está escrita de forma fluida, y aunque la acción transcurra en pocos días, las pistas y las sorpresas son paulatinas y nos permiten crear nuestras propias hipótesis. La historia es enrevesada y tiene de todo: asesinatos, envidia, celos, adulterio, abusos, amnesia, locura, amor… El final… Bueno, quizás hay dos finales: uno el del caso que tratamos (que sí, tiene final de verdad, no nos quedamos en ascuas) y otro es el principio de otro caso, el juego del gato y el ratón con Mercedes, que nos deja con ganas de más.
Una novela que recomiendo a las personas a las que les gusten las novelas psicológicas y a las que intriguen los entresijos de la mente humana. También hay romance e incluso algo de sexo (muy poco explícito), y violencia y maldad, mucha maldad. Eso sí, personalmente, si les gusta profundizar en los personajes y sus motivos, les recomendaría que se las lean todas en orden.